miércoles, 20 de junio de 2007

Los que mueren por la vida no pueden llamarse muertos

El pasado lunes falleció la heroína de la clandestinidad y combatiente destacada del Ejército Rebelde; Vilma Espín Guillois.
Nacida en Santiago de Cuba el 7 de abril de 1930 en el seno de una familia que cultivó tempranamente en ella los valores éticos que le distinguirían e inculcó los hábitos del saber, desde joven Vilma asumió posiciones políticas revolucionarias, participando activamente en manifestaciones estudiantiles luego del golpe de estado batistiano de 1952.
En la revolución encabezó la unificación de las organizaciones femeninas y la constitución de la Federación de Mujeres Cubanas, a cuya organización, desde su máxima dirección, se consagró con singular desvelo hasta el último minuto de su fecunda vida.
Vilma presidió desde su creación la Comisión Nacional de Prevención y Atención Social, y la Comisión de la Niñez, la Juventud y la igualdad de derechos de la Mujer, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Atendiendo a su voluntad, Vilma Espín ha sido cremada. Sus cenizas serán depositadas, en ceremonia estrictamente familiar y con honores militares de inhumación en fecha que será precisada, en el Mausoleo del II Frente Frank País.

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